21 Nov FUSIONES Y ADQUISICIONES. LA UTILIDAD DE LAS DUE DILLIGENCE
La creciente demanda de mayor transparencia sobre las sociedades y su forma de hacer negocios ha revitalizado el papel del Forensic Due Diligence. El término Forensic due diligence se emplea para identificar el proceso por el cual un comprador potencial evalúa una empresa objetivo o sus activos de cara a una futura adquisición. Llevar a cabo este tipo de investigación contribuye significativamente a una toma de decisiones de más calidad y más informada, al optimizar la calidad y cantidad de información disponible de quienes toman estas decisiones y al asegurar que esta información sea usada sistemáticamente para deliberar de una manera reflexiva la decisión en cuestión y todos sus costos, riesgos y beneficios.
Al adquirir una sociedad siempre existe un riesgo oculto de fraude, que puede ser causa de unas pérdidas y costes inasumibles por el comprador, por no hablar del impacto reputacional. La aplicación de procedimientos Forensic Due Diligence en operaciones de fusión y adquisición es una forma sencilla, proporcionada y positiva, con un claro valor añadido, para mitigar los efectos perversos que pueden tener estos fraudes y pasivos ocultos.
El resultado de una Forensic Due Diligence incide en el diseño de la operación y la protección de los inversores frente a contingencias futuras, y además tiene obviamente un efecto económico en la medida que permite construir una defensa frente a pérdidas económicas, costes materiales, humanos y de reputación. Por otro lado, puede ser un factor determinante a la hora de la fijación del precio de la operación dado que los costes de remediación con posterioridad son del todo cuantificables. Evidentemente, una Forensic Due Diligence permite documentar frente a terceros que los inversores realizaron un análisis independiente de la operación. Es una forma de demostrar la voluntad del adquirente por la integridad en todas sus facetas.
El alcance de un análisis Forensic Due Diligence se centra en tres áreas principales, que pueden graduarse en función de las características y necesidades de cada caso. La primera área a examinar debe ser la revisión de las políticas y procedimientos de prevención, detección y respuesta al fraude interno y externo que tiene diseñados la sociedad adquirida, para evaluar el nivel de implicación de la dirección de la sociedad adquirida en el control y seguimiento de las políticas contra el fraude. La segunda área de investigación es una revisión contable limitada sobre las áreas de mayor relevancia y riesgo. Sirve para detectar potenciales pasivos ocultos, y para conocer como elabora la sociedad su información económica y financiera. La tercera área se centra en el análisis de las vinculaciones de la sociedad, con el objetivo de detectar posibles clientes y proveedores que pueden causar conflictos de interés futuros.
Joan Palomeras Admetller
Socio
